Emisiones e inmisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs) en Tenerife, Islas Canarias

Résumé

El aumento de la calidad de vida en los países desarrollados ha acarreado un deterioro en la salud del planeta a varias escalas. Esta mayor calidad de vida se traduce en un consumo desmesurado de combustibles fósiles, una mala utilización y gestión de los recursos, materias primas y residuos generados. La contaminación resultante de este mal uso de los recursos ha afectado tanto al suelo como al mar y al aire, provocando el deterioro del planeta y el deterioro en la salud de los seres vivos que se hospedan en él. Diariamente grandes cantidades de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) son emitidos a la atmósfera desde fuentes antropogénicas y fuentes naturales. La necesidad de vigilar las concentraciones de COVs en la atmósfera se deriva principalmente de varios factores: la toxicidad de los mismos, participan en la formación de ozono troposférico, juegan un rol importante en la deposición de lluvia ácida, son precursores de partículas finas aéreas urbanas y algunos COVs como los CFC son importantes gases de efecto invernadero contribuyendo al cambio climático. Los COVs no sólo comprenden un amplio espectro de especies, sino que además son producidos por una gran variedad de fuentes. Las más importantes son: (1) procesos de combustión, (2) producción, tratamiento, almacenamiento y distribución de combustibles fósiles, (3) aplicación de disolventes orgánicos volátiles, (4) procesos de producción industrial, y (5) fuentes naturales y procesos biológicos. Aunque se ha avanzado en el conocimiento de las transformaciones químicas que sufren los COVs en atmósfera, así como sus impactos, se mantiene aún cierto grado de incertidumbre respecto al número y origen de las diferentes fuentes emisoras de COVs a la atmósfera, así como, el total de COVs emitidos por dichas fuentes. Este trabajo de investigación evalúa las emisiones de COVs no metanizados desde diferentes fuentes de emisión antropogénicas (tráfico, vertederos, industrias, depuradoras y granjas) y naturales (volcanes) en la isla de Tenerife. También se evalúan los niveles de inmisión de COVs en la baja troposfera de este frágil ambiente insular (escala regional, escala urbana, variaciones diurnas y nocturnas y su distribución vertical). La emisión a la atmósfera de COVs no metanizados por parte del tráfico, vertederos, depuradoras, granjas y volcanes en la isla de Tenerife ha sido estimada en este trabajo de investigación en 2066 kg¿d-1 (tráfico que circula en la Isla de Tenerife 2006), 6.36 kg¿d-1 (vertedero de Arico en 2004), 8.89 kg¿d-1 (vertedero de Arico en 2005), 1.91 kg¿d-1 (vertedero de Lazareto en 2005), 0.3 kg¿d-1 (Estación Depuradora de Aguas Residuales [EDAR] de S/C de Tenerife), 0.14 kg¿d-1 (Ganado Vacuno de la Isla de Tenerife), 0.40 kg¿d-1 (Ganado Vacuno en la Comunidad Autónoma de Canarias) y 129,4 mg d-1 (Volcán Teide). Los datos aportados en esta tesis doctoral muestran como los niveles de inmisión COVs no metanizados en la baja troposfera de la isla de Tenerife disminuyen de concentración según nos alejamos de áreas urbanas. Los niveles de inmisión de los COVs no metanizados determinados en los tres puntos de observación establecidos (Polígono Industrial de Granadilla, Valle de la Orotava y Santa Cruz) son relativamente bajos comparados con otros ambientes estudiados por diferentes autores. Los resultados promedios obtenidos en las campañas realizadas en el entorno de la Refinería de Petróleo de S/C de Tenerife muestran como en los ambientes diurnos es donde encontramos mayores niveles de inmisión de COVs no metanizados, durante estas horas es cuando tienen lugar las principales actividades antrópicas; una intensa actividad vehicular y actividades industriales como la actividad de la Refinería de Petróleo. Los resultados obtenidos de los perfiles altitudinales realizados reflejan como las concentraciones de COVs no metanizados en la baja troposfera disminuyen con la altura y varían dependiendo de su posición geográfica.